Muy interesante el comentario de Ana Richard sobre la novela de Horacio Vázquez-Rial: La libertad de Italia y que reproducimos aquí con su permiso:
Acabo de terminar Libertad de Italia. Se lee en nada. Y me ha encantado. Qué bien escribía Horacio. He empezado por éste porque tenía curiosidad porque sabía que tenía una puntuación ortográfica original. La verdad es que creía que Horacio había sido pretencioso con el intento, pero no me queda más remedio que retractarme. Logra mantener una redacción coherente sin usar puntos. Bien es cierto que emplea algún pequeño truco como meter dos puntos donde normalmente iría un punto y seguido. Pero son ocasiones contadas (también Delibes recurrió a rodeos por el estilo en Los Santos Inocentes). La trama intriga y engancha, a pesar de saber el desenlace desde el principio. Y la propuesta de que todas las revueltas con peligro de descontrolarse por el exceso de violencia, están orquestadas desde el aparato de los servicios de información es tán actual, que parece mentira que esté hablando de la Argentina de los setenta.
Comentaba con una amiga el otro día, tras leer un cuento de Scott Fitzgerald, que me había gustado cómo lograba imbuir en el lector los sentimientos de sus personajes. Pues lo mismo, pero mucho más, me pasa leyendo a Horacio.
Cada vez que caigo en leer alguna de las novelas españolas de éxito masivo de hoy en día, acabo decepcionada por la mediocridad de tramas y personajes y por las ambientaciones fallidas que nos venden como trabajadísimas. Sin embargo, cuando cae en mis manos un texto tan bien compuesto como éste, me reconcilio con la novela y disfruto como una enana del español bien escrito.