Lectores y amigos vazquezrialistas

 

Horacio Vázquez-Rial se dio de alta en el servicio Gmail de Google el 30 de julio de 2008 y lo utilizó a diario como gestor de su correo electrónico hasta los primeros días de septiembre de 2012; más o menos una semana antes de su fallecimiento.

Es casi imposible saber cuántos correos recibió en total. Cuántos de ellos eran basura o  transmisores de toxinas digitales. Imposible saber qué desechó a la papelera y qué eliminó definitivamente.

Cuando, por expreso deseo suyo de que su red digital no quedara al margen del orden que todo ser humano aspira para su memoria comencé a hacerme cargo de su gestor de correo, me encontré con una lista de trece mil y pico de registros.

No era una lista en realidad aunque se viera como tal, sino teselas del corpus de sus relaciones en línea, más complejas que una simple lista de contactos y en red con su perfil como escritor en Facebook, su cuenta de Twitter, su teléfono celular, sus agendas de papel, su biblioteca «Ex libris» y, el recuerdo tan vivo ¿verdad?, en los que le queríamos tanto.

Esos relatos inteligibles sólo en su mente gracias a la memoria asombrosa por su capacidad de retener tantos detalles, se presentan caóticos a ojos de un tercero, al fin y al cabo en la intimidad digital de un ser humano que ha fallecido. La propia experiencia, de por sí, ha sido extraordinaria y extrema.

Acostumbrados a la idea de cartas manuscritas que se perdían en el mismo momento en que eran despachadas y que si se conservaban era por el valor que tuvieron para el destinatario, nos encontramos en entornos de correspondencia en la que quedan recogidos todos los envíos y respuestas.

Ni siquiera podemos hablar de un mapa de relaciones postales porque se trata exactamente del rastro mismo de esos comunicados; conservados en su hora justa, en su minuto preciso, en el formol de una memoria ram infinita.

Horacio lamentaba llegar al final de sus días con miedo a que su obra, el trabajo de toda una vida, quedara descatalogada e inaccesible a los lectores. Ustedes que leyeron La historia del tristeEl lugar del deseoFrontera Sur o El soldado de porcelana, saben que son libros que han de durar hasta el fin de los días.

Siguiendo la voluntad de Horacio, se atendieron todos los correos.

Los invité al primer corte de la película «Sombra de la noche» que realizamos juntos en el marco de su enfermedad.

Horacio, hay paz en este frente; todo está en orden y el proyecto marcha. Los primeros amigos vazquezrialistas que se han anotado, tienen ya en sus manos o están a punto de recibir su nuevo libro, ese guiño bibliográfico que preparó como cierre de una obra importante, cuya custodia es hoy un hecho distribuido.

Le echamos mucho de menos.

7 pensamientos en “Lectores y amigos vazquezrialistas

  1. ¡Gracias, amigos! Que ustedes son mis amigos en tanto custodios de la memoria y la obra de Horacio Vázquez-Rial.

    • Horacio era un lujo como amigo y juntos (meses antes de su fallecimiento) empezamos este proyecto «Las guerras de toda la vida»… para vosotros: su obra completa. Gracias por tu comentario.

  2. Desde la muerte de Horacio, no me hago a la idea de su ausencia, y pienso y ahora que?, gracias por estar ahi, y sigo pensando que podemos por la Izquierda Reaccionaria?, hace poco fui a ver una persona muy sercana a Horacio, por el tema este, y desilución total, TE QUIERO HORACIO, gracias CHICOS

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