Hace cosa de un mes compartíamos con ustedes novedades relacionadas con el cáncer que está pareciendo Horacio desde hace poco más de un año y que lamentablemente está entrando en su última fase. Horacio está muy débil físicamente pero fuerte de ánimo, cuidado y reconfortado por sus hijas y sus afectos más próximos (entre los que nos encontramos); nos llamó esta mañana por teléfono y conversamos..
Impresiona ver como Horacio se desenvuelve en sus rutinas a pesar de todo, la intensidad con que ha vivido cada minuto de un tiempo que, desde que le diagnosticaron cáncer, supo que sería muy breve.
Desde hace un par de años tuve con Horacio una frecuente comunicación via Web. Le envié un ejemplar de un pequeño libro que escribí y me alentó a su publicación, Comparti con él artículos y comentarios via chat. Me invitó a participar en una revista de pensamiento independiente que, desafortunadamente, no pudo llevar a la práctica. Verlo ahora en una silla de ruedas, esperando con entereza el desenlace me emociona. Un gran tipo, irreemplazable.
Quiero a Horacio Vázquez-Rial de una manera vital, poética, caótica, fraterna, maternal, bucólica, magistral. Es un amigo del alma, con el que nos hemos encontrado y nos encontraremos siempre en plenitud en distintas dimensiones siderales, aquí, allá o acullá. Celebro que su obra «será rescatalogada», con esta adorable errata y todo: es decir, será vuelta a catalogar y a la vez, rescatada.
Como dice el otro gran Horacio, mi otro amigo, el latino, en su Oda 3, XXX, NON OMNIS MORIAR, «no moriré del todo, mi monumento es mi obra». Sin duda, su obra es su gran monumento! La película, gracias, mi querido Horacio Vázquez-Rial; gracias, Eduardo Montes Bradley. Gracias a la vida, que me dio la oportunidad de conocerte. Semper fidelis, Sandra Pien
Aquí la Oda 3, XXX, en castellano y abajo, en latín
Levanté un monumento
más duradero que el bronce,
más alto que las pirámides
de regia, fúnebre mole.
Uno que ni el Aquilón
ni aguaceros roedores
vencerán, ni cuantos siglos
rápido el tiempo amontone.
No moriré del todo:
gran parte de mí a los golpes
vedada está de la Parca;
e irá creciendo mi nombre,
fresco entre coros de aplausos
de nuevas generaciones,
mientras haya ojos que miren
el augusto sacerdote
y muda Vesta, subiendo
al Capitolio del orbe.
Yo, si bien de humilde cuna,
seré proclamado noble,
en el yermo donde al cabo
Fauno reinó entre pastores,
y donde el violento Bufido
al mar estruendoso corre.
Lo seré porque yo fui el primero
a quien al duro albogue
del latino arrancar supe
eolios líricos sones.
Préciate, pues, de tus méritos
oh inflamadora Melpómene
y mis cabellos tu mano
con lauro délfico adorne.
Exegi monumentum aere perennius
reglalique situ pyramidum altius,
quod non imber edax, non aquilo impotens
possit diruere aut innumerabilis
5 annorum series et fuga tempoum.
Non omnis moriar multaque pars mei
vitabit Libitinam; usque ego postera
crescam laude recens, dum Capitolium
scandet cum tacita virgine pontifex.
10 Dicar, qua violens obstrepit Aufidus
et qua pauper aquae Daunus agrestium
regnavit poplulorum, ex humili potens,
princeps Aeolium carmen ad Italos
deduxisse modos. Sume superbiam
15 quaesitam meritis et mihi Delphica
lauro cinge volens, Melpomene, comam.
Como persona, escritor y docente de Lengua y Literatura, quiero que sepáis que la presente iniciativa, así como el documental, será materia de reflexión para mis alumnos. Creo que es el primer motivo que le puedo prestar a este gran hombre que fue, es y será. Gracias a quienes mantienen esta página.
Gracias Aitor por tus palabras y por el aliento pero, sobre todo, por la experiencia de compartirlo con tus alumnos; será muy interesante concoer sus observaciones. Liderados por ti, quizá se podría resolver al final un texto multiautoral, integrador de las diferentes voces; ¿y compartirlo desde aquí? Éstas eras el tipo de cosas que le gustaban a Horacio. Un abrazo y a tu disposición.